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Los votos de quienes no estarán en octubre

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10 agosto de 2015

(Columna del politólogo Gonzalo Quilodran)

Hay más de 3.500.000 votos de argentinos que eligieron positivamente a un precandidato a Presidente que no participará en las elecciones generales. En pleno recuento del escrutinio definitivo y con los datos arrojados por el escrutinio provisorio, hay muchos datos objetivos que nos dejan las PASO y nos invitan a analizar un posible comportamiento de cara a las generales.

Los datos más difundidos por los medios de comunicación son los que la mayoría de los argentinos conocen, y son los siguientes:

Daniel Scioli ? Carlos Zanninni 8.424.749 (38,4%)

Mauricio Macri ? Gabriela Michetti 5.325.990 (24,28%)

Sergio Massa ? Gustavo Sáenz 3.121.589 (14,23%)

Sin embargo, hay una enorme cantidad de argentinos que fueron a sufragar y lo hicieron de manera positiva, eligiendo a algunos de los precandidatos a presidentes postulados. Son aproximadamente tres millones y medio de argentinos en esta situación.

El análisis de estos 3.500.000 de votos que no eligieron a ninguno de los candidatos que participarán de las elecciones generales, lo dividimos en si eligieron opciones que competían contra otros candidatos en un frente electoral o si se mostraban como una opción independiente que buscaba lograr alcanzar el mínimo legal exigible de votos para participar de las elecciones generales.

En tal sentido, si sumamos los votos del Movimiento de Acción Vecinal, que postulaba a Raúl Albarracín ( 41.241 votos); con los del Partido Popular, que llevaba a Mauricio Yattah como precandidato (82.900 votos); MST-Nueva Izquierda, con la fórmula Bodart-Ripoll (96.414 votos); el Movimiento al Socialismo, que presentó a la precandidata más joven, Manuela Castañeira (102.969 votos) y la Alianza Frente Popular, encabezada por Víctor De Gennaro (109.141 votos), da el nada deleznable resultado de 434.665 votos.

Los que competían dentro de un frente electoral son: José Manuel De la Sota (1.403.908 votos), Ernesto Sanz (756.777 votos), Elisa Carrio (513.147 votos) y Jorge Altamira (355.290 votos)

El primer análisis de estos votos es que los mismos no participaban dentro de un frente que competirá el 25 de octubre, sino que literalmente quedaron “huérfanos”, pero son casi medio millón de argentinos que se acercaron y cumplieron con su deber cívico de sufragar.

Daniel Scioli, el que más chances tiene de ganar en primera vuelta

Con sólo sumar 352.000 votos más, a los ya obtenidos en las PASO, Daniel Scioli superaría el 40% de los votos y en caso de que su inmediato perseguidor se encuentre a más de 10%, ganaría en primera vuelta.

Ahora bien, no se puede especular que la totalidad de estos votos vayan a un solo candidato, pero está claro que tampoco se repartirán en partes iguales, aunque si así fuera, Scioli quedaría a sólo 200.000 votos de ganar en primera vuelta. Si a los 434.665 votos obtenidos por las fuerzas electorales que no obtuvieron el piso mínimo de votos para participar de las generales, le restamos la totalidad de los 96.414 de la Fórmula Bodart-Ripoll, a priori la opción más radicalizada, la suma nos da como resultado 336.251.

Otro escenario que favorecería a la fórmula del Frente para la Victoria, aunque menos probable, es alcanzar el 45% de los votos en octubre y así no depender de cuánto obtenga la oposición. Para ello, debería obtener 1.452.000 votos más de los obtenidos en agosto, y para alcanzar esa cifra no sólo bastan los electores de las fuerzas menores, sino que debiera obtener un importante porcentaje de votos peronistas e independientes que faciliten ese escenario.

La candidatura de José Manuel de la Sota, de gran elección, obtuvo 1.404.000 votos, y el actual gobernador cordobés no aparecerá en ninguna boleta el 25 de octubre. ¿Cómo se comportarán sus votantes? ¿Sus diferencias con el kirchnerismo se mantienen con Daniel Scioli presidente? ¿Qué papel jugará el gobernador electo Juan Schiaretti, de cercana relación Scioli? ¿Qué posibilidad existe de que los votantes de De la Sota opten por Mauricio Macri? ¿Más allá de la coyuntura electoral, que los liga con Sergio Massa?

Un análisis pormenorizado del votante medio de De la Sota nos indica que en su gran mayoría es peronista, es cercano al área de influencia de la gestión del gobierno cordobés, es crítico al kirchnerismo y en la elección provincial cordobesa votó por Juan Schiaretti para gobernador. Cabe destacar que la oposición en la provincia de Córdoba está encabezada por la UCR en su alianza nacional con el PRO.

En tal sentido, todo parece indicar que el PRO sería el que más dificultades tendría para ser elegido por un votante de De la Sota. Por otra parte, Scioli y Massa no tienen las mismas posibilidades de ganar la Presidencia y el voto ganador puede ser una variable a favor de Scioli. Sin embargo, no hay que desconocer que en principio es un voto que reclama cambio y moderación, aunque sin ser radicalmente opositor.

Aunque es fácticamente imposible que ocurra, es menester destacar que si la totalidad de votantes que optaron por De la Sota, ahora lo hicieran por Daniel Scioli, le bastarían al gobernador bonaerense para ganar en primera vuelta alcanzando el 45% de los votos.

Las variables nos permiten deducir que el electorado del cordobés se repartirá principalmente entre Sergio Massa y Daniel Scioli, principalmente, dificultando el escenario del PRO.

Otro electorado peronista es el que apoyó en las primarias a Adolfo Rodriguez Saa, con poco más del 2% de los sufragios, pero que en principio en octubre serían parte del voto duro del candidato puntano, pero que no se pueden dejar de contar como desequilibrantes a la hora de analizar un posible ballotage.

Las posibilidades de Mauricio Macri

Mauricio Macri obtuvo menos votos de los que los asesores del PRO esperaban. Los jefes de campaña de este espacio político esperaban que Macri, por sí solo, obtenga alrededor de 30% de los sufragios, sin la suma de sus aliados menores Ernesto Sanz y Elisa Carrio.

La crisis de expectativas del bunker del PRO se traduce ni más ni menos que en 1.260.000 votos: esa enorme cifra es la que debe acrecentar Macri como mínimo para no perder todas las chances de acceder al ballotage.

El jefe de Gobierno obtuvo 5.325.990 votos, según el escrutinio provisorio en las PASO, y debiera obtener alrededor de 6.600.000 votos para alcanzar el 30% que no le permita a Scioli ganar en primera vuelta si el candidato del FpV obtuviera ajustadamente el 40%.

¿Cómo puede obtener Macri esa cantidad de votos? Debe apelar a fortalecer el espacio de Cambiemos y tratar de fidelizar a quienes en las primarias optaron por el candidato radical Ernesto Sanz y Elisa Carrió, evitando una fuga de apoyos, principalmente, hacia Margarita Stolbizer.

En las PASO ya se dio una particular elección de los tradicionales votantes radicales, sobretodo en el interior del país, donde los candidatos de la UCR en diferentes provincias, no apoyaban la candidatura de Sanz, sino que abiertamente se mostraban con Macri por una cuestión de competitividad electoral. Ahora bien, cabe preguntarse qué pasará con los casi 760.000 electores que a pesar de tener escasas posibilidades apoyaron a Sanz. ¿Apoyarán mansa y mayoritariamente a Mauricio Macri? La respuesta es tajante y se desprende de las encuestas previas. No lo harán y una buena parte optará por Margarita Stolbizer, y un escenario similar ocurre con los votantes de Carrio.

Sin embargo, cabe destacar también que ese electorado, en un eventual ballotage, no apoyaría en ninguna circunstancia a Daniel Scioli.

Todas las posibilidades de Mauricio Macri para acceder a la presidencia vienen de la mano del ballotage, ya que se hace impensable que el candidato del PRO gane en primera vuelta, para lo cual debiera obtener 4.620.000 votos más de los que obtuvo, es decir, casi duplicar lo obtenido.

El difícil escenario de Sergio Massa

A la fuga de intendentes, legisladores, dirigentes y colaboradores del Frente Renovador iniciada a fines de 2014, el mejor acuerdo que le quedó fue su circunstancial alianza con José Manuel De la Sota, que con una buena elección del gobernador cordobés, permitió engrosar las filas de ese espacio superando el 20% de los votos.

Pero por maás que renieguen de las encuestas, todos los sondeos ubicaban a Sergio Massa en torno al 14%, y eso fue lo que sacó finalmente. En términos nominales son poco más de 3.100.000 los votos que sacó Massa, contra 8.424.749 de Daniel Scioli y 5.325.990 de Macri.

De cara a las elecciones generales de octubre se hace difícil imaginar a un Massa victorioso, y eso no sólo le ocurre a los analistas políticos, sino que lo empiezan a percibir los electores.

El gran desafío de Massa es tratar de conservar fuerte su alianza electoral con De la Sota y efectivamente rondar el 20% en octubre y consolidarse como una figura joven emergente en la política argentina de cara a los años venideros. Ese rol puede ser mucho más preponderante en el corto plazo si efectivamente la Presidencia de la Nación se dirimiera en segunda vuelta. Hoy el desafío es consolidar el espacio.

Otro actor fundamental: los votos en blanco

Debemos recordar que a diferencia de lo que ocurrió en las PASO, los votos en blanco se excluyen del recuento en las elecciones generales, lo que permite proyectar que Daniel Scioli, sólo con los votos obtenidos, se encuentra por encima del 40%.

En tal sentido, toda la responsabilidad de que haya ballotage y, por ende, tener algún tipo de chances presidenciales es de Mauricio Macri, quien debe evitar fugas de Cambiemos en los electores de Sanz y Carrió como primera medida, y tratar de mostrarse como el único con chances de evitar el triunfo en primera vuelta de Daniel Scioli. Sus principales rivales hoy, son Margarita Stolbizer y Sergio Massa en ese orden, no Daniel Scioli.

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