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Binner: “No creo poder estar con De Narváez”

22 mayo de 2011

(Entrevista publicada en la edición Nº31)

Si la Constitución de la provincia de Santa Fe lo permitiera, Hermes Binner hubiese ido por la reelección y habría conseguido, seguramente, un nuevo mandato como gobernador. Pero esa no era una posibilidad. Por eso comenzó a proyectarse a algún lugar del escenario nacional. Hoy ata su definición a la suerte de su delfín provincial,

Antonio Bonfatti, mientras sabe que su decisión impactará en la política de alianzas

que comienza a configurarse como oposición de centroizquierda al kirchnerismo que encabeza la UCR y propone como candidato a Ricardo Alfonsín.

El panorama que soñaba el hombre que trascendió por el éxito obtenido como intendente de Rosario y esperó pacientemente su turno para suceder a Carlos

Reutemann, también se frustró. Antes de los lanzamientos, de las peleas, de la interna

como un hecho, él imaginaba esto: Rubén Giustiniani armando un Frente que

traslade la experiencia santafesina a la Nación, con Binner como candidato; el radical

Mario Barletta repitiendo mandato en la Capital y Antonio Bonfatti como gobernador.

Ataban ciudad y provincia con triunfos seguros y los esfuerzos y recursos los ponían en la pelea grande. Pero no. Todos quisieron anotarse en la pelea provincial y Binner enfureció. “Claro que es muy lindo gobernar esta provincia que es tan rica, en recursos y culturalmente. Por eso es normal que todos quieran ser candidatos”, minimiza ahora, mientras habla con el estadista en un parate del recorrido implacable que inició en tiempo de descuento, desde la localidad de San Jorge.

¿Esto pone en riesgo la continuidad del Frente? ¿El 23 de mayo se darán la mano?

Como admirador de la experiencia del Frente Amplio en Uruguay, no duda: “Hay

diferentes opiniones en el Frente, pero nadie dice ni va a decir 'me voy del Frente'”.

¿Va a apoyar a Giustiniani si gana la interna?

Nosotros vamos hacer todo lo posible para que Bonfatti sea el triunfador de la elección

interna. Trabajamos en ese sentido y no estamos pensando en otra alternativa. Con los jugadores lanzados, también hubiese podido pararse como gran garante para todo el espacio. Pero definió ir por una fracción del Socialismo con su propio candidato.

¿Por qué el apoyo incondicional a su hombre? ¿No le generan confianza para la gestión Giustiniani y Barletta? "No es un problema de confianza sino de desconocimiento. Giustiniani ha desarrollado una tarea loable en el Senado, por la que ha sido ampliamente reconocido y valorado. Pero por mi experiencia personal, ser diputado nacional y estar al frente de una gestión, son dos cosas muy diferentes”.

Y esa diferencia, cree, es el plus de Bonfatti: “Es quien más ha estudiado el tema.

Iniciamos grandes cambios que necesitamos reforzar: un plan estratégico que surgió

de la participación ciudadana con un apoyo importantísimo de la Unión Europea

y una reforma del Estado que manejó él mismo desde su área de gobierno”.

Se lo escucha optimista y feliz, porque “gobernar esta provincia es hermoso”. Y confiado, porque se siente ganador: “Decime qué encuestas dicen que no gana Bonfatti”. Se sabe que despotricó a los cuatro vientos cuando Giustiniani decidió presentarse. Un poco después, despotricó también en los medios contra su contrincante interno. Ahora no. Ahora evade la confrontación y, en cambio, recorre cada centímetro de la provincia para que los desprevenidos se enteren a quien apoya.

No lo admite, pero se juega algo más que la gobernación. Siente que del resultado de

esa elección dependerá su capacidad de negociación para la pelea mayor, en octubre.

¿Será vice de Alfonsín? No si hay acuerdo con De Narváez. ¿Será la cabeza de una

alianza de centroizquierda, no populista, con las sumas de Pino Solanas en la Capital,

Margarita Stolbizer en Buenos Aires y Luis Juez en Córdoba?

Apuesta a más: “Hay que trabajar para hacer las dos cosas”.

¿Cómo?

Construir un espacio entre todos, con una idea aglutinadora de todos los partidos.

Eso hoy no lo tenemos, pero necesitamos conversar y consensuar. No digo una idea

en particular, sino priorizar elementos fundamentales como el federalismo. Para eso

hay que consensuar, como dije, y para lograr el consenso también hay que ceder.

¿Todos es Alfonsín, Juez, Solanas y Stolbizer, sin Francisco De Narváez?

Yo creo que sí. Lo conocí a De Narváez en la Cámara de Diputados, y lo respeto, pero

no creo que pueda estar en un espacio que debe tener como prioridad la construcción

de un programa y no ganar una elección. Nosotros no tenemos la bandera antikirchnerista, tampoco somos kirchneristas. Creo que tenemos que buscar sumar

fuerzas para hacer algo en lo que coincidamos, construir, lograr una propuesta a base de diálogo y consenso. Ese el ejercicio que tenemos que realizar.

Entonces, ¿qué va a hacer Hermes Binner? ¿Candidato a presidente? ¿A vice?

El 23 de mayo le respondo.

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