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Parlasur: 43 lugares extra para negociar, consolar o premiar

23 marzo de 2015

(Columna de Noelia Barral Grigera)

La elección de parlamentarios para el Mercosur servirá para las negociaciones políticas y será utilizada para compensar a la propia tropa o a los socios electorales que hayan quedado afuera en las disputas por otros cargos.

La campaña electoral anticipada y todo el forcejeo que la rodea tendrán en los próximos meses un capítulo extra, cuando los partidos y dirigentes deban finalmente ocuparse de la negociación por las candidaturas al Parlasur. Serán 43 lugares extra en cada boleta que servirán para premiar o consolar, según sea el caso, a la tropa propia o a socios electorales que hayan quedado afuera en las disputas por los cargos nacionales. Gobernadores que no tienen posibilidad de renovar sus mandatos, legisladores nacionales que puedan arrastrar votos, intendentes y hasta la presidenta Cristina Fernández de Kirchner suenan como nombres posibles para integrar ese tramo de la boleta, aunque nada está definido aún.

Parte de esa indefinición tiene su origen en que, a pesar de que los parlamentarios del Mercosur asumirán en diciembre junto al próximo presidente, los diputados y senadores, los gobernadores y los intendentes, todavía no está del todo claro cómo será esa elección. Lo que sí está claro es lo que dice la Ley, que establece que estos representantes "serán asimilados en el derecho interno a los diputados nacionales en cuanto a inmunidades parlamentarias, regímenes remuneratorios, laborales, previsionales, y protocolares", lo que causó alarma entre los opositores pero que, sobre todo, transforma a estos 43 cargos en apetecibles en una negociación electoral. Como se escuchó insistentemente en los pasillos del Congreso mientras se debatía la iniciativa: todos los partidos van a tener más para repartir a la hora del cierre de listas.

La decisión de elegir a los diputados regionales en simultáneo con los comicios presidenciales fue aprobada en el Senado al filo del Año Nuevo y promulgada por la Casa Rosada en la primera semana de enero. Esa iniciativa establece algunas pautas que permiten hipotetizar sobre la elección de los diputados argentinos ante el Parlamento regional, que integran Brasil, Uruguay y Venezuela, aunque ninguna de esas lucubraciones puede tomarse como definitiva. Para conocer el resultado final del proceso habrá que esperar.

El sistema, surgido de los proyectos presentados por el diputado y referente de La Cámpora, Andrés "Cuervo" Larroque, y su colega y apoderado del PJ, Jorge Landau, establece que 19 de los 43 candidatos al Parlasur serán electos por distrito único, lo que significa que sus nombres aparecerán en las boletas de todo el país. Por ese punto en particular, la oposición olfateó una maniobra oficialista para lograr colar el nombre de la Presidenta en las listas nacionales y sortear así la imposibilidad de una re-reelección. Ella desestimó esa versión públicamente, aunque lo cierto es que la carta de una candidatura al Parlasur en todo el país estará disponible si finalmente desea o necesita jugarla.

También podrían terminar en ese lugar a gobernadores que han respaldado todos estos años al kirchnerismo y que no pueden renovar en sus provincias. Es el caso de José Alperovich (sin reelección en Tucumán), José Luis Gioja (que para intentar un cuarto período en San Juan debería o reformar la Constitución o lograr un pronunciamiento judicial que lo avale), Francisco "Paco" Pérez u Oscar Jorge (inhabilitados para buscar otro mandato en Mendoza y La Pampa, respectivamente).

Así, si bien será una elección de poco peso en lo que a gestión del futuro gobierno se refiere, la elección terminará teniendo fuerte impacto político. Ello dependerá, sin embargo, tanto de la reglamentación como de la convocatoria a elecciones, que debe realizar la Dirección Nacional Electoral, que funciona en la órbita del Ministerio del Interior. Es decir, dependerá de las decisiones que todavía debe tomar el Ejecutivo.

LA UBICACION EN LAS BOLETAS

En qué tramo de las boletas se colocará a los candidatos al Parlasur fue una de las primeras preocupaciones opositoras. La sospecha de los bloques antikirchneristas es que, si finalmente Cristina decide ser candidata, el tramo de la boleta con su nombre irá al comienzo, antes incluso que la candidatura presidencial del oficialismo, lo que ?en esta hipótesis? terminaría traccionando votos en favor del Frente para la Victoria. Esa posibilidad, sin embargo, fue descartada por fuentes kirchneristas.

Más allá de análisis electorales sobre el caudal electoral que conserva la Presidenta, hoy, a poco más de tres meses del cierre de listas, ese detalle continúa siendo un misterio y tampoco está claro si la ubicación en las boletas de los diputados al Parlasur será definida por la reglamentación de la ley o por la convocatoria a elecciones.

Para Landau, arquitecto electoral del oficialismo y voz experta y excluyente en estas cuestiones, probablemente sea la convocatoria que hará el director nacional electoral, Alejandro Tullio, la que terminará por dilucidar en qué tramo de las boletas irán los candidatos al Parlasur. Ese llamado debe concretarse sesenta dí- as antes de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, es decir, a comienzos de junio. "El orden en el que se hace la convocatoria se supone que es el mismo que se hacen las boletas", explicó Landau.

De todas maneras, el diputado evaluó que, siendo una elección de categoría nacional por distrito único, el tramo de los diputados al Parlasur "tendría que ir pegado al del Presidente". No quiso especificar, sin embargo, si a la izquierda o a la derecha.

Otras fuentes del oficialismo consultadas estimaron que finalmente los legisladores regionales aparecerán después de la boleta presidencial. Las categorías nacionales de lista quedarían ordenadas entonces de la siguiente manera: Presidente, legisladores del Parlasur, senadores (en los distritos donde corresponda) y diputados.

LA SELECCION DE LOS CANDIDATOS

La iniciativa que aprobó el oficialismo el 30 de diciembre exime a la categoría de legisladores regionales de ir a las PASO, por lo que quedará en manos de cada partido o alianza política la definición sobre la mejor forma de selección de postulantes.

Los 43 cargos se elegirán por un sistema mixto: 24 en representación de cada una de las provincias y la ciudad de Buenos Aires, y 19 por distrito único a nivel nacional. Será, en la práctica, un híbrido entre el mecanismo de elección de senadores nacionales y, en cierto modo, el de diputados. De los 24 representantes de cada distrito nacional, llegarán al Parlasur los más votados en cada provincia, siguiendo el sistema mayoritario directo que caracteriza a los comicios para el Senado. Los 19 cargos restantes, en cambio, se repartirán entre las diferentes fuerzas políticas según la distribución de representación proporcional que se aplica para la elección de diputados, el sistema D'Hondt.

En el Frente para la Victoria el consenso general indica que la Presidenta definirá todas las listas de candidatos legislativos, incluyendo a los representantes ante el Parlasur, por lo que no habrá muchas negociaciones a las que atender. En la oposición, en cambio, el sistema de alianzas y frentes electorales a menudo numerosos obligará a consensos arduos, en los que siempre es beneficioso contar con más espacios para distribuir entre los socios.

Este aspecto positivo de la iniciativa, sin embargo, podría no ser tal en la elección de los 24 representantes de todo el país si los votos opositores se dispersan demasiado entre una variedad de candidatos. Sólo uno será electo por provincia. Ese dato puso a todos en alerta.

EL CANDIDATO UNICO DE LA OPOSICION

Ante este panorama, en paralelo con los debates por la sanción de la ley, algunos representantes de los partidos de la oposición soltaron el globo de ensayo de una candidatura unificada para el Parlasur. Alertado sobre la posibilidad de una jugada de ese tipo, el oficialismo salió a advertir que la ley no permite un postulante único, aunque eso no es del todo cierto.

La jurisprudencia avala a la oposición en esta materia, dado que la Ley Electoral permite que diferentes alianzas políticas adhieran a un mismo candidato, siempre y cuando exista entre ellas un vínculo jurídico previo. Ese fue el argumento que, en 2011, le permitió al partido Nuevo Encuentro, de Martín Sabbatella, adherir a la boleta del Frente para la Victoria en el tramo presidencial, pero oponérsele en la candidatura a la Gobernación bonaerense.

"Sí, hay posibilidad de concretarlo", admitió en ese sentido Landau, aunque también advirtió que si los opositores quieren plasmar una candidatura única deberán trabajar mucho en la ingeniería electoral que demuestre el vínculo jurídico previo de ese acuerdo. "Para que haya un candidato unificado todas las fuerzas políticas tienen que constituir una alianza para esa categoría. Técnicamente es complicado, imposible diría, pero legalmente se puede. Tendrí- an que hacer la previsión correspondiente al constituir la alianza", explicó alguien que sabe más que mucho de ingeniería electoral. Landau observó que sería extraño constituir una gran alianza exclusivamente para el tramo del Parlasur, dejando todas las otras candidaturas afuera. "La creatividad no tiene límites, pero me parece técnicamente imposible", agregó.

De todas maneras, las negociaciones para alcanzar ese objetivo están hoy por hoy en el freezer, más por circunstancias políticas de la oposición que por cualquier jugada que pueda hacer el oficialismo para impedirla.

A los enfrentamientos internos que sufre el Frente Amplio UNEN se suman los tira y aflojes entre Mauricio Macri y Sergio Massa, que actualmente se disputan candidatos, apoyos y socios electorales en casi todas las provincias del país. En medio de esas rencillas, nadie parece muy preocupado por definir los candidatos al Parlasur.

Queda poco tiempo, sin embargo. El 10 de junio vence el plazo para la inscripción de alianzas y adhesiones ante la Justicia Electoral.

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