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CABA: la madre de todas las peleas

12 febrero de 2015

(Columna de Facundo Matos)

Las elecciones porteñas serán una de las primeras paradas del cronograma electoral. Al igual que en otros seis distritos, ya está confirmado el calendario, que incluirá primarias abiertas y votaciones desdobladas de las presidenciales.

Las primarias abiertas se realizarán el 26 de abril y las generales, el 5 de julio. En caso de que se precise una segunda vuelta ?como creen los consultores? será el 19 de julio. Antes habrán sido las elecciones primarias y generales en Salta, Mendoza y Santa Fe, las PASO en Chaco y habrán votado en Neuquén, donde no hay sistema de primarias. Sin embargo, por su peso electoral (es uno de los distritos más numerosos) y por su implicancia simbólica (está gobernado por uno de los aspirantes a la Casa Rosada), las elecciones porteñas podrían tener un rol significativo en la carrera por la Presidencia. Así lo quiso Mauricio Macri, como quedó reflejado en las fechas de votación fijadas por el jefe de Gobierno.

CALENDARIO PRO

Al fijar las reglas de juego electorales, los gobiernos han buscado siempre salir favorecidos, y esta no fue la excepción. Macri digitó las fechas del cronograma electoral porteño para su provecho. Las primarias se harán dos semanas antes del cierre de alianzas a nivel nacional, por lo que el FAUnen podría verse más atraído hacia la conformación de una alianza con el actual jefe de Gobierno, en el caso de que se imponga ampliamente el PRO.

A su vez, las elecciones generales en la CABA serán cinco semanas antes de las primarias presidenciales y un eventual balotaje ?que parece casi inevitable?, sería dos semanas antes. Una victoria en la Ciudad le podría dar a Macri un impulso extra hacia la Presidencia que no tendrían ni Sergio Massa ni el Frente para la Victoria (FpV), ya que carecen de candidatos competitivos para el distrito capitalino.

Los porteños podrían llegar a votar hasta en seis oportunidades. Tendrán primarias abiertas para definir a los candidatos que representarán a cada espacio. Allí se estrenará el sistema de boleta única electrónica para el 100% del electorado. Luego elegirán nuevo jefe de Gobierno y se renovará la mitad de la Legislatura, y el escenario más probable es que haya también una segunda vuelta. Además, como en el resto del país, participarán de las PASO nacionales y las generales de octubre, y en caso de que haya, de un balotaje en noviembre. Un verdadero maratón cívico.

INTERNAS EN EL MACRISMO

Macri decidió finalmente ponerle fin a la discusión en torno a la candidatura a vicepresidente. Tomó en cuenta la opinión de Federico Pinedo que le sugirió postergar el tema y que Gabriela Michetti sea candidata en la ciudad. En ese punto coincidió con el ministro de Gobierno, Emilio Monzó, quien quería mantener vacante el cargo de vicepresidente para un acuerdo con otra fuerza política.

Finalmente, Macri aceptó la decisión de Michetti de competir por la jefatura de Gobierno. Evitó así que se desgaste su imagen por no poder imponer su criterio en un partido construido en torno a su figura y se mostró además como un líder abierto al disenso al interior de su espacio.

De esta manera, quedó conformada la interna porteña con dos candidaturas fuertes. Por un lado, la de Michetti ?apoyada por el ministro de Cultura, Hernán Lombardi, su par de Desarrollo Urbano, Daniel Chaín, y de Seguridad, Guillermo Montenegro, el presidente del Banco Ciudad, Rogelio Frigerio, y el diputado Federico Pinedo?. Por el otro, la de Horacio Rodríguez Larreta, respaldada por el ministro de Educación, Esteban Bullrich, los dos asesores más cercanos a Mauricio Macri (Jaime Durán Barba y Nicolás Caputo), y el propio jefe de Gobierno, además del grueso de la estructura del gobierno local. Diego Santilli y Cristian Ritondo completarían la interna, aunque una posibilidad es que ambos compartan una única tercera fórmula.

La idea de Michetti es salir de campaña por la CABA pero no perder de vista el apoyo a la candidatura presidencial de Macri. La intención es mostrar que la senadora se mantiene fiel al espacio pese a haber rechazado la candidatura a la vicepresidencia.

En el macrismo creen que aunque no será de manera explícita, el líder del PRO hará notorio su apoyo a Larreta y advierten que la distancia que le lleva Michetti al jefe de Gabinete no llega a los diez puntos en ninguna encuesta. Además, creen que la diferencia se irá acortando por dos razones. En primer lugar, argumentan, los votantes percibirán que Larreta es el candidato de Macri y eso le sumará votos. En segundo lugar, durante la campaña y en los debates, se notará que el jefe de Gabinete conoce mejor los temas de la CABA, dada su experiencia en la gestión pública.

El deseo al interior del macrismo no era tanto que Michetti fuera vicepresidenta (dado que los votos son de Macri) sino que no sea capaz de hacer una buena gestión en caso de que gane. Si Macri no se convierte en presidente, la Ciudad podría ser uno de los únicos bastiones del PRO y dudan de la capacidad de la senadora para la gestión, un ítem que perciben como el principal activo diferencial del PRO.

Los michettistas, en cambio, se recuestan en las encuestas y se muestran confiados en que ganarán las primarias abiertas del PRO sin mayores dificultades, por el voto de la gente y sin interferencias por parte de Macri. Al argumento sobre la inexperiencia en materia de gestión, responden que el equipo de funcionarios porteños responde al PRO en su conjunto y que por ello, se alinearán a cualquier nuevo jefe de Gobierno que resulte electo, garantizando que la gestión continúe como hoy.

El agregado de estas primarias es que contarán probablemente con una elevada participación, ya que tienen las dos características que deben tener cualquier primaria que se precie de tal: son competitivas y se percibe que de dicha interna saldrá el próximo jefe de Gobierno.

MASSA BUSCA CANDIDATOS

A diferencia del PRO, el Frente Renovador carece de candidatos de peso en el ámbito porteño. Roberto Lavagna y Graciela Ocaña rechazaron la oferta de encabezar la lista del massismo y no hay otro candidato sólido a la vista. De todas maneras, confían en que la figura de Sergio Massa garantizará un piso de votos de alrededor del 10 por ciento para quien finalmente sea su candidato. No obstante, al ser desdoblada de las elecciones nacionales es probable que la contienda porteña adquiera un matiz más orientado a temas locales, lo que favorecería al PRO por encima de las demás fuerzas.

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