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¿Que se esfume pero que no se rompa?

24 noviembre de 2014

(Columna de Luis Tonelli)

Los radicales decidieron dejar todo como estaba y postergaron la ampliación del FAUnen, lo que no sorprendió a nadie

Todo podía pasar en la última reunión de dirigentes radicales en San Fernando. Todo, incluso que no pasara nada. Por la repercusión e importancia de la convocatoria, inicialmente se logró transmitir a la opinión pública que de allí saldría alguna decisión clave. O, al menos, una declaración de que la UCR propondría la ampliación de FAUnen, como primer movimiento hacia una coalición que convoque a un electorado amplio, hoyreducido en su apelación, al centroizquierda no peronista.

Es cierto que en los últimos tiempos se registra una demanda social por los valores que han tradicionalmente estado en el centro del ideario radical: ética e integridadpolítica, debate racional, institucionalidad, autonomía ciudadana, federalismo. Pero no siendo una alternativa electoral que aparezca competitiva, esos votos fluyen hacia opciones que representan una verdadera alternativa de poder.

Tanto Mauricio Macri como Sergio Massa recepcionan mucho de ese voto que antes iba en las urnas al radicalismo. Es evidente que en los espacios territoriales de clase mediade la ciudad o del conurbano bonaerense ?que típicamente constituían bastiones radicales?hoy se vota PRO o Frente Renovador, y es difícil que haya en ese voto algún tipo de filiación indentitaria (salvo un difuso antiperonismo). Lo que prima, en cambio, es el efecto meeting point: un candidato que logra colocarse comoel mejor posicionado para ganarle a la opción menos querida.

Dado que el clivaje político más importante en la actualidades kirchnerismo versus antikirchnerismo (se verá si se mantiene durante todo el proceso electoral, si el candidato oficialista es Daniel Scioli), Massa maniobró astutamente en las elecciones pasadas para constituirse como el punto de encuentro opositor. Una victoria en el distrito bonaerense, con casi 40% del electorado nacional, encumbra naturalmente a un candidato presidencial (como lo hace también una victoria para jefe de Gobierno en el distrito CABA): efectos de la reforma constitucional de 1994, siendo quizás los mecanismos más efectivos en la moderación real del poder presidencial.

Uno de los problemas que ha enfrentado la UCR en estos últimos años ha sido la diáspora de dirigentes, que pese a tener como capital su conocimiento público-mediático, se alejaron enarbolando banderas ideológicas (Margarita Stolbizer, Elisa Carrió, Ricardo López Murphy). Hoy al espacio FAUnenle sobran candidatosmás que faltarles, y entre todos dividen la intención de voto para que finalmente ninguno individualmente sume mucho. Asímismo, las disputas internas últimamente han brindado finalmente que FAUnense haya convertido en algo que es todavía menos que una foto de circunstancias.

Los que quieren ampliarlo pretenden romper esteimpassedel empate interno, haciendo ingresar a uno de los candidatos que suscita el voto estratégico no peronista, lo cual depuraría el espinel de aspirantes del espacio. A la vez, se presume que tanto Massa como Macri buscan un punto de ventaja para terminar el triple empate que se da entre ellos y el candidato mejor ubicado del oficialismo, Daniel Scioli (aunque una coalición de Massa con el no peronismo, puede espantarle el voto peronista que atrae, siendo finalmente neutra). Una vez lograda la competitividad electoral del no peronismo, la disputa interna tendría entonces sentidopara la UCR. Obviamente, se trata de una estrategia “frazada corta”, pero no por motivos ideológicos. Más bien se trata de una cuestión de valores radicales: las reservas de su electorado con una coalición con el PRO de Macri reside más bien en su pasado como empresario flojo de papeles y animador de la noche menemista antes que por ser un neoliberal. Paralelamente, contra una coalición con Massa se esgrime con razón que indudablemente se trata de un peronista que de vencer cerrará filas rápidamente con los “compañeros”.

Lo difícil del intríngulis es que estas reservas no cuentan para los que votan estratégicamente a estos candidatos pero sí son clave identitaria para muchos de los que se identifican todavía con el espacio FAUnen, aunque seguramente no representan una mayoría para los que dicen que votarían a Julio Cobos o a Ernesto Sanz. Sin embargo, incluso una fracción de la intención de voto sería decisiva para Massa o Macri quienes saben que las PASO funcionarán brindando información al votante estratégico respecto a quien vale la pena votar en primera vuelta. De ese modo, si dos se destacan en la PASO, seguramente el tercero en discordia perderá muchos votos, y ni que hablar del cuarto: hay que recordar siempre que el sistema electoral argentino se ha diseñado para que no haya una segunda vuelta, y menos ahora con la vuelta previa de las PASO.

Frente a estas cuestiones, la reunión en San Fernando intentó algo que sólo puede practicar el barón de Münchhausen, quien se salvaba de morir ahogado con su caballo, emergiendo del agua gracias a tirar de su propia cabellera: lo que quedó patente en ese encuentro es el carácter horizontal de la UCR (una contradicción en términos con la definición de una organización partidaria) y una dirigencia que pese a compartir valores en común, acentúa diferencias ideológicas que muchas veces esconden posicionamientos tácticos. Así, los que tienen una vocación puramente parlamentaria tienen intereses y tácticas muy diferentes de quienes aspiran a conquistar el poder ejecutivo (Nacional, provincial o municipal), siendo sus casos todos diferentes entre sí. Semejante diversidad sin liderazgo terminó en un documento de circunstancias que no le cierra la puerta a nada y, por lo tanto, tampoco define nada. Dicha difusidadtal vez posibilite la expansión de las expresiones territoriales partidarias, aunque se verá en quémedida puede engrosar el grupo parlamentario radical nacional dada la íntima relación que siempre han tenido las importantes elecciones legislativas bonaerenses con un candidato presidencial competitivo.

Pero hay algo que si es seguro: la imposibilidad de integrar un armado nacional que aproveche el clima favorable para los valores radicales tendrá consecuencias muy negativas para la relevancia de la UCR en las grandes decisiones políticas a futuro (relevancia que tampoco ha tenido durante todas estas décadas de predominio peronista). Aquí sí, los costos por evitar los conflictos, rupturas y pérdidas electorales relativas por incorporar un candidato competitivo a FAUnen pueden ser mayores a los de esfumar las diferencias internas en un armado nacional electoralmente irrelevante y puramente testimonial.

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