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Riccardo: “Falta hablar más de ciencia en el Congreso”

13 mayo de 2014

Entrevista al diputado nacional José Riccardo (UCR-San Luis)

Doctor en Física y diputado nacional, una combinación bastante poco frecuente para el Congreso.

Ojalá sirva para ponerle otros matices a la política nacional. Más allá de que he dedicado gran parte de mi vida a la investigación científica en el Conicet y la docencia universitaria, también provengo del ámbito de la política estudiantil y universitaria. Precisamente, uno de los temas que me desvela es la puesta en valor de nuestra capacidad científica en los ámbitos de la política. Intentaremos darle un mayor impulso a la ciencia, la tecnología, el conocimiento y la educación desde el Congreso. Debemos visibilizar la fortaleza y las oportunidades que tenemos en este ámbito y que muchas veces son desperdiciadas por el Estado Nacional y los provinciales.

En el discurso oficial, la ciencia hatenido un lugar importante durante estos años. ¿Se condice ese discurso con la realidad?

Hubo y hay cosas buenas como los avances en la organización del Conicet y del sistema científico, y en visibilizar la ciencia argentina. Hay que valorarlo. Entre las cosas malas o incompletas aún no hemos logrado una transferencia del conocimiento para la sustitución de importaciones, una gran falencia de nuestra economía. Siempre estamos dependiendo de comprar cosas, que podríamos hacer acá, para hacer funcionar la industria. Faltan inversión, políticas sostenidas y aumentar la dotación de recursos humanos, que es buena pero no tan grande como debería. También se ha debilitado el financiamiento de la ciencia y la tecnología en las universidades nacionales.

¿El sector privado también tiene un rol?

Sí, hay que estimular políticas de convergencia entre las empresas y los sectores del conocimiento nacional, como los institutos de investigación. Le va a salir más trabajo al país, a los trabajadores y a las mismas empresas. Eso no está tan afianzado en nuestra cultura empresaria, pese a algunas políticas del Ministerio para estimularla. En todo el mundo se dieron cuenta de la importancia de esta convergencia.

¿Y cuál imagina que sería el rol de Congreso?

Debe hacer su aporte. Después de la ley de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva que sancionó la Alianza, no hubo demasiada legislación específica para promover la ciencia. Si bien hay algunos buenos antecedentes, como la ley del Software o la de Repositorios Digitales, faltan más. Lo bueno es que es fácil llegar a consensos sobre este tema y eso hay que aprovecharlo. Hace falta avanzar en la alfabetización científica para que la ciudadanía conozca los beneficios y sepa que invertir en ciencia y tecnología redundará en beneficios para su calidad de vida y para resolver flagelos como la pobreza.

Otro tema del que no se habla mucho es la situación en San Luis y, en rigor, de la gran mayoría de las provincias. Una visión superficial, ya sea por la publicidad oficial o por haber viajado algunas horas por sus autopistas, lleva a pensar que es una especie de oasis en la Argentina. ¿Qué hay de cierto?

Hay cosas que son muy visibles y valiosas, como la construcción de rutas y autopistas, incluso algunas de ellas iluminadas, aunque eso es algo que no se hace mucho en el mundo y menos cuando escasea la energía. La política de viviendas también ha llevado a la construcción de muchísimas casas. Son cosas que todos ven cuando pasan por acá y que aprecian, sobre todo si se compara con lo que ocurre en otros distritos. Pero detrás de esa realidad, hay otra que es mucho más difícil que salga en los medios, y mucho menos en los locales. El diario de tirada provincial pertenece a la familia del poder y el canal oficial responde prácticamente a los mandatos del Poder Ejecutivo. Hay un solo programa de análisis político en San Luis y yo ni me puedo sentar ahí. Es una censura escandalosa. Otro tema es que San Luis, después de diez años de crecimiento económico y un supuesto Presupuesto equilibrado, tiene una cuasimoneda.

¿Cómo es eso?

Aquí los trabajadores del plan de Inclusión Social, que son decenas de miles, están precarizados y no tienen derechos laborales y sindicales, y son una especia de pasantes en el Estado hace casi una década, no cobran en la moneda nacional sino en cheques que son impresos por la provincia. Se pueden canjear por la moneda nacional aquí, pero qué pasa si el trabajador tiene que ir a otra provincia, por ejemplo. Es una de las provincias con los sueldos de policías, maestros y trabajadores peor pagos. Hace 25 años, y creo que me quedo corto, no hay negociaciones paritarias con el Estado provincial. El Estado es el mayor empleador en negro. Por eso, en el marco de las nuevas políticas de blanqueo a nivel nacional, vamos a reclamar para que se apunte no sólo al sector privado sino a la situación de los empleados públicos provinciales. Por último, la otra deuda es la institucional. El Senado tiene nueve senadores y no hay representación alguna de las minorías. Entra un senador por la mayoría por cada uno de los nueve departamentos de la provincia. Son todos oficialistas. Ni hablar del tema de género. Yo acabo de presentar en el Congreso de la Nación un proyecto para elevar a 50% la representación de las mujeres en las listas mientras que en las dos cámaras del Poder Legislativo de San Luis no llegamos ni al 30%. Y ni hablar de la independencia de los poderes del Estado.

Vayamos a la arena electoral. ¿Se replicará el Frente Amplio UNEN en San Luis?

El frente se conformó, con el nombre Frente Progresista, Cívico y Social, para las elecciones legislativas del año pasado. Los partidos que recientemente firmaron el FAU a nivel nacional ya lo habíamos hecho en San Luis, lo que nos permitió tener una interna amplia y lograr una banca, algo que no hacíamos hace quince años, y muchas más bancas a nivel local. En 2013, además, fuimos acompañados por muchos peronistas y justicialistas que se están dando cuenta de estas políticas que mencionaba y que nada tienen que ver con la justicia social. Esto reforzará nuestra chances electorales en 2015, cuando volveremos a competir contra un esquema que ha monopolizado los recursos del Estado para la propaganda. El año pasado, entre las PASO y las generales, cuando temían que iban a perder una banca en el Congreso, sancionaron una ley otorgando 33.000 créditos de entre $ 2.000 y $ 4.000 a dos años y en 24 cuotas sin interés a todos los empleados de la provincia. Se usaron $ 120 millones para eso. Luchamos contra un poder muy fuerte pero confiamos en que pronto vamos a poder cerrar un ciclo y abrir otro en San Luis.

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