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La política recorre aguas ajenas

29 abril de 2014

Los programas de espectáculos y de interés general le dan una participación cada vez más grande al debate político y a los políticos

La política invadió los programas de espectáculos, farándula y chimentos de la TV. La política pasó de ser un tema marginal a central, casi monopólico, en estos programas. Y los políticos pasaron a ser las estrellas. Para los interesados en la coyuntura política y en los temas más serios de la agenda pública, programas como Intratables y Animales Sueltos, se volvieron en citas casi ineludibles cuando la política es la invitada. Los dos van por América, del Grupo UNO, el canal líder en esta tendencia de política-espectáculo. Otra referencia, pese al horario exótico, es El Diario de Mariana (por el Trece en la primera tarde), así como los almuerzos y cenas de Mirtha Legrand, siempre politizados, pero ahora quizás más que nunca. Todos estos, y algunos más, se han vuelto una referencia novedosa, complementaria, o sustituta en algunos casos, de los programas políticos más tradicionales de la TV.

Otra referencia ineludible es Showmatch, que arrancó el lunes con un rating promedio, según @RealTimeRating, de 30.1 puntos y picos de 33.4 puntos. Y muy seguido, además, en las redes sociales. En Twitter, por ejemplo, #VolvioMarcelo fue trending topic global durante dos horas y muchos tuiteros se disfrazaban de analistas políticos de cada palabra, gesto, omisión o chicana de Marcelo. Con el trasfondo no sólo del auge de la política-espectáculo, sino del acercamiento, y posterior alejamiento, entre Marcelo Tinelli y sectores del Gobierno. En su primera emisión quedó claro: va a haber “política”, y mucho, en Showmatch. En unas semanas más, seguramente sabremos a quién beneficiará más la línea del programa.

La tendencia comenzó a perfilarse con fuerza en el 2013. Fue un año electoral, el momento de mayor estacionalidad para la politización de la sociedad. Pero actualmente, pese a que las elecciones están a más de un año de distancia, la tendencia sigue. Además de las elecciones, los otros sucesos que politizan espacios usualmente reticentes a la política son las crisis políticas o económicas. ¿Estamos en crisis y eso es lo que genera una demanda inusualmente alta por la política y las noticias duras? ¿O tiene que ver con el éxito del famoso programa de Periodismo Para Todos (PPT), capitaneado por Jorge Lanata, que logró hacer un buen maridaje entre la política y el entretenimiento? ¿O tiene que ver con una nueva camada, tanto de periodistas como de políticos, que comparten una estética y un lenguaje distinto al tradicional y estos programas, con sus reglas, son un emergente? ¿O se vincula con la degradación del lenguaje y los argumentos elaborados y el auge de las chicanas, descalificaciones y peleas de estos años? ¿Es la famosa “vuelta de la política” K o, en cambio, el resultante de la brecha lanatiana en la cual la pelea reemplaza el intercambio pacífico?

Los asesores de prensa de los legisladores y los dirigentes políticos sopesan los riesgos y beneficios de estos nuevos escenarios y, por eso, no todos los políticos aceptan el convite. Por supuesto, no todos son invitados a participar. Un requisito es ocupar algún cargo ejecutivo, estar de moda o ser un referente del tema del día. Políticos menos conocidos o más solemnes quedan descartados por la trituradora del rating. Santiago Del Moro, que dijo que le gusta el rating más que el sexo, confesó que invitó a Ricardo Alfonsín a su programa y lo despidió a menos de cinco minutos de que arranque el mismo. “No caminaba”, explicó.

Pero muchos se sienten cómodos y tienen más ganas de charlar con los panelistas de Mariana Fabbiani o Alejandro Fantino que con el binomio Edgardo Alfano & Marcelo Bonelli. O incluso están dispuestos a sacar caricaturizados por PPT con tal de estar en esa pantalla caliente y figurar. El diputado Sergio Massa, que nada bien estas aguas y fue uno de los pioneros en incursionar en este ecosistema, estuvo en Animales Sueltos a comienzos de julio de 2013, pocos días después de haber lanzado su candidatura por el Frente Renovador (FR). Dialogó más de una hora con Fantino y la emisión tuvo picos de 7 puntos de rating. Menos de 10 días después, Martín Insaurralde, cabeza de lista del FpV, también estaba dialogando con “Ale”. La visita redituó: el intendente de Lomas pudo exhibir su faceta más personal y, sobre todo, hacerse conocido. Recordemos que arrancó la campaña con niveles de desconocimiento muy elevados. Para aquellos que quieran hacerse más conocidos, enfrentar a un entrevistador benévolo y tener una entrevista “mano a mano” (para no quedar opacado por otros pares), nada mejor que darle una visita a “Ale”. Por esa época, también visitó los estudios del canal del Grupo UNO el gobernador entrerriano Sergio Urribarri, que aparece poco y nada en la TV. Cómodo y mate en mano, charló más de una hora en la late night de América y pudo mostrar una faceta más personal, algo imposible, por ejemplo, en A Dos Voces. Su participación paralizó Entre Ríos y todos querían ver cómo se desempeñaba Urribarri en esa arena nacional. Este año volvió a ir, y seguramente vuelva.

No son, naturalmente, los mismos públicos. “Un dato llamativo es que con Elisa Carrió el rating sube en cualquier programa de cable que esté, en cambio, cuando estuvo de invitada en El Diario De Mariana (canal de aire) pasó desapercibida”, le explicaron a el estadista los expertos de @RealTimeRating. Por eso, además del buen rating (en promedio, estos programas miden más de 5 puntos -antes, al menos, de la llegada de Tinelli- mientras que los políticos de cable pocas veces superan los 3), para quienes tengan capacidad de adaptarse, estos programas son una oportunidad para comenzar a instalarse, salir del “círculo rojo” y hablarle a un público menos especializado y más parecido a la mayoría del electorado. Por eso, todo hace imaginar que la política seguirá presente en la TV abierta.

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