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Cristina y Scioli deben moverse con cuidado

08 julio de 2012

Las alternativas que manejan la presidenta Cristina Kirchner y el gobernador bonaerense Daniel Scioli muestran sus límites y contradicciones.

Daniel Scioli se dio cuenta de que no podía perseguir tantos objetivos simultáneamente y que necesariamente debía sacrificar, al menos transitoriamente, alguno de ellos. La proyección política del gobernador requiere basarse en una buena gestión en la provincia. Para ello requiere el apoyo de la Nación. Pero eso es impensable mientras Scioli insista en hacer gestos de autonomía y haga pública su intención de ser candidato en 2015. En la conferencia prensa del sábado 7, Scioli no dejó dudas: va a tratar de alinearse con el Gobierno Nacional para que su gestión no se complique. Lo hará aun sabiendo que eso le restará margen en el futuro como para presentarse como una expresión superadora del kirchnerismo. Priorizó el 2012 por sobre el 2015.

El gobernador queda ahora más condicionado por el futuro de Cristina. Si la Presidenta termina su mandato con una elevada popularidad, podrá elegir, sin dificultades, a su sucesor. En ese caso, el designado no será Scioli. Por el contrario, si el Gobierno termina con una imagen desgastada, esa realidad arrastrará también las posibilidades de cualquiera candidato que haya formado parte del kirchnerismo, incluido Scioli.

Pero los caminos a seguir tampoco son sencillos para la Casa Rosada. De cada 10 votos que obtuvo la Presidenta en octubre, 4,1 provinieron de la provincia de Buenos Aires. Por lo tanto, no saldrá indemne de una crisis en el principal distrito del país. Esto lleva a que el Gobierno Nacional ayude al de Buenos Aires. Claro que, al hacerlo, favorecerá a Scioli a quien el kirchnerismo no quiere como sucesor del actual ciclo político. Ayudar económicamente a la provincia sin que ello implique mejorar la imagen de su gobernador es casi imposible, por lo cual una alternativa es intentar desplazarlo. Pero el costo político de esa alternativa es enorme y no tendría apoyo siquiera dentro del peronismo porque complicaría sus posibilidades de continuar en el poder en 2015.

Por lo tanto, ni Cristina ni Scioli pueden llevar adelante en este momento una estrategia que implique no pagar costos políticos.

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