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Santa Fe, usina opositora

29 junio de 2012

(Columna de opinión de Lucio Guberman)

La presencia de santafesinos en el gabinete nacional ha sido escasa desde 1983 a la fecha.

En los últimos meses tres partidos de la oposición nacional designaron presidentes oriundos de la provincia de Santa Fe, ¿causalidad o coincidencia? Mario Barletta presidiendo la Unión Cívica Radical, Hermes Binner al frente del Partido Socialista y Pablo Javkin liderando la Coalición Cívica, invitan a preguntarse si Santa Fe se ha convertido en una usina de liderazgos opositores o si estamos ante una extraña aunque mera coincidencia. Como la política es terreno fértil para imaginar mitos y conspiraciones antes que arena propensa a las casualidades, basta poner en escena la serie para que se disparen interpretaciones e hipótesis respecto de las causas y consecuencias del origen santafesino de los flamantes presidentes partidarios opositores.

Una primera mirada puede dar cuenta del contraste entre la escasa presencia de santafesinos en el gabinete nacional y este podio opositor. Si se repasan los nombres que desde el '83 a la fecha se desempeñaron en los gabinetes nacionales, queda clarísimamente expuesta la subrepresentación de la provincia: Rafael Bielsa como canciller y Horacio Rosatti como ministro de Justicia de Néstor Kirchner no alcanzan sumados a completar un período de cuatro años. Siquiera las figuras de Agustín Rossi presidiendo el bloque oficialista de Diputados Nacionales ni la de Ricardo Lorenzetti en el máximo sillón de la Corte Suprema de Justicia de la Nación cambian el balance de poco santafesino para una historia democrática de casi treinta años.

ESCASEZ MINISTERIAL

Si bien la escasez de santafesinos al frente de los Ministerios de la Nación se deriva, en primer lugar, de la ausencia de presidentes de esta procedencia, la raleada performance ministerial no parece agotar en esta sola causa una explicación completa. También es importante para comprender la ausencia santafesina en la marquesina nacional analizar el papel o, más estrictamente, la ausencia de papel, de Carlos Reutemann, único santafesino que desde 1983 a la fecha sonó presidenciable y no se decidió a jugar su chance ni a sacar rédito político de su renuencia. Es que el ex corredor, además de no encabezar personalmente la fórmula, no participó como apoyo explícito de ninguno de los proyectos presidenciales, con lo cual sus seguidores se quedaron sin la habitual contrapartida que otorgan esos acuerdos: cargos de alguna importancia en los Ejecutivos.

EXUBERANCIA OPOSITORA

Entonces, como un reverso de la moneda, la provincia importante, que no es tomada en cuenta a la hora de alistar gabinetes, parece rebelarse con esta sobreabundancia de presidentes de partidos opositores. Una segunda observación, en clave politológica, parte de algunas señas particulares del sistema político santafesino. En este sentido, la ausencia de reelección para el gobernador es la primera y principal característica a tener en cuenta. Esta limitación a un solo mandato ejecutivo provincial obligó a Hermes Binner a saltar a la arena nacional. Las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias constituyen la segunda característica institucional santafesina que debe tomarse en consideración.

Las PASO dieron a Barletta y a Javkin trascendencia política a pesar de no haber logrado los cargos para los que se postularon en las mismas. Ocurre que las PASO implican una campaña electoral de igual y hasta mayor intensidad que las que se desarrollan para las elecciones generales, con lo cual hasta quienes resultan derrotados emergen de las PASO con un alto conocimiento público.

EN PERSPECTIVA

Apuntando al futuro, es preciso preguntarse si la cercanía geográfica de los tres presidentes partidarios opositores les permitirá más coordinación que la casi inexistente demostrada hasta ahora en el arco político que enfrenta al kirchnerismo. La perspectiva debe seguirse con más rigor aún, habida cuenta de que se trata de tres dirigentes que comparten la experiencia del Frente Progresista Cívico y Social que en la provincia de Santa Fe se inició en el año 1995. Bajo el paraguas socialdemócrata, parecen resguardarse cómodamente los tres. Se le suma la proliferación de encuentros potenciales a partir de la dinámica política provincial, sus efemérides, foros, citas mediáticas, en fin, toda una serie de oportunidades de encuentro multiplicada por el hecho de ser santafesinos y opositores. Y si algo necesita la oposición es una cantera.

(De la edición impresa)

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