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Ante la tercera etapa

17 octubre de 2011

¿Qué permiten anticipar las diferencias que hubo entre los dos primeros gobiernos kirchneristas?

En diciembre, comenzará la tercera etapa de un mismo ciclo político. Para anticipar que puede ocurrir, una posibilidad es hacer una comparación entre los dos periodos previos puesto que, más allá de la orientación común, las diferencias fueron claras.

Los primeros cuatro años fueron más estables que los segundos, tanto en términos políticos como económicos. Durante el mandato de Néstor Kirchner la economía creció siempre mientras que Cristina tuvo que soportar una recesión en 2009. La tasa de inflación promedio del primer mandato fue la mitad que en el segundo. En el terreno electoral, los resultados también fueron distintos. En las elecciones legislativas de 2005 el kirchnerismo obtuvo un gran triunfo que lo consolidó políticamente mientras que en las de 2009 sufrió una derrota contundente que puso en duda su condición de fuerza mayoritaria.

Todo esto se reflejó en las encuestas. Mientras que Néstor mantuvo una imagen elevada, con muy pocas variaciones, en el caso de Cristina hubo grandes oscilaciones. En los primeros tramos de su gestión sufrió un retroceso muy brusco pero a partir de comienzos de 2010 comenzó una recuperación igual de pronunciada.

A su vez, los cambios que se supondría que traería el gobierno de Cristina tuvieron poco que ver con lo que efectivamente pasó mientras que de las iniciativas más transformadoras de su gestión no hubo ningún anticipo durante la campaña electoral. Precisamente, la ley de Medios y la estatización de las Afjp les permiten al oficialismo sostener que los cambios no sólo no se detuvieron durante el segundo mandato, sino que en algunos casos se profundizaron.

Por otra parte, la mejora de la imagen de Cristina estuvo asociada a la recuperación económica que comenzó a percibirse a partir de fines de 2009. También de algunas iniciativas como la AUH que fueron el producto de una adecuada lectura de los resultados de las elecciones legislativas, que mostraron que el oficialismo había perdido respaldo entre los sectores populares. También la Presidenta comenzó a mostrar una mayor predisposición a dialogar con los distintos sectores, conducta que se intensificó este año.

La situación electoral del oficialismo comenzó a revertirse por una mejor evaluación de la gestión del Gobierno y eso explica porque ahora Cristina considera que tiene un caudal propio que la hace menos dependiente de los diferentes aparatos. En 2007 Kirchner debió recurrir, pese a las diferencias que tenían, a la candidatura de Daniel Scioli porque quería asegurarse un triunfo holgado en territorio bonaerense. También hizo un acuerdo con un sector del radicalismo para dar nacimiento a la Concertación Plural, que se plasmó con la integración de Julio Cobos a la fórmula. Ahora Cristina pudo determinar las listas del FpV en todo el país y en muchas provincias ? incluida Buenos Aires- y tiene más votos que los líderes locales.

Cristina empezará su segundo mandato con más restricciones económicas que en 2007. También tendrá un límite constitucional ya que no podrá ser reelecta en 2015. El interrogante es cómo actuará frente a estos dos datos. El punto de partida será favorable porque tendrá más poder político.

Pero, si la Historia sirve de ejemplo, los antecedentes muestran que el kirchnerismo logró concitar mayor respaldo social en épocas en los que dispuso de menos recursos políticos - 2003/5 y 2010/11? y que lo obligaron a una estrategia más abarcativa que cuando logró concentrar mucho poder. Por eso, parte de la respuesta sobre las características que tendrá la próxima etapa dependerá del papel que la Presidenta quiera para sí en 2015.

(Especial para la edición online)

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