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“De progresista, este Gobierno tiene el mote”

12 octubre de 2011

El candidato a senador nacional del FAP por la provincia de Buenos Aires, Jaime Linares, critica al kirchnerismo.

Actual senador provincial, Jaime Linares tiene un amplio recorrido en la política bonaerense con dos mandatos al frente de Bahía Blanca. Ahora encabeza la lista de senadores del Frente Amplio Progresista y aspira a romper la hegemonía de los candidatos peronistas. En dialogo con el estadista criticó los armados con fines únicamente pragmáticos y se mostró optimista de cara a las elecciones.

¿Qué análisis hace del funcionamiento de la Legislatura bonaerense en este 2011 electoral?

Como todo año electoral, en la medida en que se acerca la fecha de la elección, la labor

legislativa decrece, y más este año en el que habremos tenido dos. Esto no implica que no se siga trabajando en las comisiones y los despachos. Por ejemplo, para estos días el gobernador elevó borradores del Presupuesto General de Gastos y Recursos para el 2012, lo que implica que se comience a analizar y estudiar, ya que es la ley fundamental. Así, hay varios temas que están en las comisiones y que esperan su momento para ser tratados en las sesiones, las que seguimos haciendo regularmente.

¿A qué proyectos piensa darle impulso en caso de ser electo senador?

Si el electorado nos acompaña, como lo creo, y alcanzamos una banca en el Senado de la Nación, pondremos esa banca al servicio de la provincia, esto quiere decir que trataremos en la mayor cantidad de temas acordar con los restantes representantes de Buenos Aires para defender los intereses de nuestros conciudadanos porque creo cabalmente que la banca no es de un partido político, sino para la defensa del bienestar de los bonaerenses.

¿Cuáles son hoy esos temas?

En cuanto a la temática que pensamos encarar, existen cuatro temas en los que centraremos nuestra labor. Debemos abordar un modelo de infraestructura para mejorar la producción; la temática educativa; la cuestión energética, y la cuestión de la coparticipación.

¿Qué lectura hace del resultado de las elecciones primarias?

Fueron internas. Cada fuerza deberá analizar cómo le fue en ese contexto. Nosotros no

tuvimos una contienda y recogimos el apoyo de más de un millón de votos con una fuerza que apenas tenía 50 días de creada.

¿Piensa que la dispersión opositora terminó favoreciendo al Gobierno?

Quizás, pero lo que no se podía pretender es juntar a todos los opositores a este Gobierno y pretender armar una fuerza para gobernar, porque eso ya fracasó hace unos años.

¿Y entonces cuál será la estrategia de su espacio hasta el 23 de octubre?

Continuar nuestra recorrida con la certeza de que la gente ya sabe que de haber balotaje el FAP estará ahí, y trasmitiendo nuestra experiencia en una administración pública honesta, encarnada en la figura de Hermes Binner, en la coherencia de pensamiento de Margarita Stolbizer, y en lo que uno modestamente puede aportar.

¿Y no hay contratiempos al pertenecer a un Frente con distintas fuerzas en épocas de campaña?

Nosotros, desde la formación del Frente Amplio Progresista no hemos tenido grandes

diferencias con nuestros socios. Es más, hemos trabajado en armonía hasta con aquellos que tendríamos menos afinidad, porque todos antepusimos el interés general, y además, porque comprendimos que el FAP vino para quedarse.

¿Cómo ve la recomposición del mapa dentro de las fuerzas de la oposición tras las elecciones?

No me gusta entrometerme en las otras fuerzas, pero lo que sí queda claro es que los intentos de armados de fuerzas con un único fin pragmático han fracasado y en el

futuro se deberán replantear.

¿Es posible hacer una oposición progresista al Gobierno en la campaña?

Desde ya. Este Gobierno tiene de progresista el mote, ya que no es más que la continuidad del gobierno neoconservador de su socio Carlos Menem.

A nivel legislativo, si el Gobierno mantiene los números de agosto puede llegar a recuperar la mayoría que había perdido en 2009, ¿harán hincapié en eso en lo que queda de campaña?

No va a ocurrir, pero si de imaginar hablamos, algo así no le haría bien a la democracia. Se necesita de la diversidad de voces e ideas.

Usted fue intendente de Bahía Blanca y conoce la provincia, ¿cómo piensa que operará sobre el mapa político bonaerense el hecho de que Daniel Scioli no vaya a tener reelección en 2015?

Otra vez futurología? Y qué pasa si pierde ahora? Ese es un problema que es de

otros, aunque tratándose de esta gente cuando ellos luchan por el poder los ciudadanos no somos observadores, somos víctimas.

(De la edición impresa)

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