Primer candidato a diputado por la ciudad de Buenos Aires del Frente Amplio Progresista (FAP), que el 23 de octubre también postulará a Hermes Binner para la Presidencia, Claudio Lozano irá por su segundo mandato en el Congreso. En diálogo con el estadista, analizó el interbloque que esperan formar desde el espacio y analizó el peso de la cuestión económica en la campaña.
El FAP por el que usted es candidato presentó un interbloque que nucleará a varias fuerzas. Sin embargo, hasta ahora el Congreso ha venido trabajando poco y nada este año. ¿Esperan así revertir esa tendencia?
-En la práctica el interbloque venía funcionando, especialmente entre el socialismo, el Gen y Proyecto Sur. La novedad es que en la actualidad se conformó un frente que es un estadio superior de armado político y de representación, que repercute no sólo en el Congreso Nacional sino también en las legislaturas locales y distritales. Allí también trabajaremos con interbloques. Nosotros nos proponemos superar los límites del esquema político argentino y en una primera etapa usar la actividad legislativa para fortalecer nuestra decisión de ser una opción al Gobierno y profundizar el vínculo con organizaciones sociales. La experiencia indica que en un año electoral el funcionamiento del Congreso siempre tiende a ser limitado, pero esperamos que cambie después de las elecciones. Sabemos que es difícil que antes ocurra algo, pero del 23 de octubre al 10 de diciembre hay tiempo de sobra.
Uno de los grandes temas que quedaría pendiente en la agenda legislativa de este año es la sanción del Presupuesto, tras la no sanción del año pasado. ¿Cuál será la postura de su fuerza en esa discusión?
-Nosotros no queremos dejar al Gobierno sin la herramienta del Presupuesto, pero al mismo tiempo no estamos dispuestos a permitir más presupuestos dibujados en los que una gran parte de la recaudación termina repartiéndose luego sin que se haya debatido en la Legislatura. En ese sentido, hubo $ 264.000 millones que pasaron por afuera del Congreso durante el ciclo kirchnerista, y eso nosotros no lo vamos a tolerar. Hay una dificultad sistémica pues los organismos de control sobre esos gastos existen, pero actúan ex post, una vez que el dinero se gastó y las partidas se redireccionaron. Así que en eso haremos hincapié. No hay ninguna razón para ocultarle a la ciudadanía los destinos de los recursos públicos.
Usted por el FAP, Roberto Feletti por al oficialismo y Martín Redrado por el duhaldismo, son tres cabezas de listas legislativas del mundo de la economía. ¿Eso hará que se discuta mucho de economía en la campaña porteña?
Espero que no se subsuma la discusión a la cuestión económica. Los argentinos van a estar votando legisladores para más que sólo hablar de economía en una Argentina que merece otros debates también. Nosotros, desde el FAP, entendemos que el país merece una discusión sobre el cambio productivo, el control de los recursos naturales y hay otros temas en una agenda que tiene muchas cuentas pendientes. Y una de ellas es la democratización institucional y sigue siendo clave.
¿A qué se refiere con la “democratización institucional? Porque parece ser un tema en la agenda de la oposición que la población nunca llega a poder ver como algo que se traduzca en mejoras para su día a día?
-Una de nuestras propuestas es democratizar, por ejemplo, los fondos de la ANSeS para que quienes decidan el destino de esos recursos tengan que ver con los beneficiarios o aportantes, que tienen derecho a participar activamente de esas discusiones. En muchos casos, hoy esos recursos no tienen el destino que deben tener.
Ya en el Congreso, ¿cómo imagina la articulación con el resto de las fuerzas opositoras? Ustedes se han mantenido críticos del Gobierno pero no se plegaron al Grupo A en 2010?
-El diálogo será en función de los temas que estén en debate. Seguiremos por la misma línea de discutir los proyectos con independencia de quiénes los presentan, ya sea oficialismo u oposición, porque en cada caso creemos que lo importante es analizar cuál es el país que queremos hacer. Ese es el punto de partida para la discusión de cualquier proyecto.
¿Su fuerza tratará de instalarse como una “tercera posición” a medio camino entre el kirchnerismo y la oposición más dura?
-Nosotros creemos que, en el marco de la forma en que se va resolviendo la crisis institucional de 2001, representamos la emergencia de una fuerza progresista por fuera de la estructura del poder político tradicional, y eso implica tener autonomía ante los factores de poder económicos e institucionales que han construido la Argentina que tenemos hoy. Nosotros tenemos la fuerza de poder darle una orientación hacia un proceso de cambio, hemos logrado instalar y acordar entre varios con una mirada común, y desde allí trataremos de trabajar.
De cara a las primarias, muchos en su sector evitaron cualquier acercamiento al radicalismo o el peronismo. ¿Eso seguirá siendo un límite a la hora de incorporar nuevos legisladores al interbloque?
-No, nosotros no reparamos en los orígenes de los posibles aliados, sino que miramos las trayectorias, y sumando gente con un recorrido coherente aspiramos a formar una fuerza que, con miras a 2013 y 2015, pueda convertirse en una síntesis de las variadas experiencias de militancia que tienen quienes integramos este nuevo interbloque: hay gente del socialismo del radicalismo, del peronismo y de otras fuerzas.
(De la edición impresa)
